" TRAS LOS PASOS DE JOAQUÍN DE ALMEYDA " Novela, grupo editorial MESA REDONDA

OCTUBRE OCTUBRE OCTUBRE OCTUBRE

lunes, 28 de septiembre de 2009

ELILO

ELILO I

De sobra sabes que me gustas
y me gusta mucho
y no necesito mayor esfuerzo para suspirar
cada vez
cada minuto
que en tí pienso.

Es fantástico haberte encontrado
en este tiempo
en esta edad de mi vida
en este estadío.

No deseo abrumarte
diciendo
o escribiendo
cosas que puedan sonar cursi
empalagosas
y en algún caso innecesarias
(como cuando me dijiste
que yo ya no era un niño como para dibujar corazones
ni escribir canciones sin partitura
ni pintar sin pinceles
ni soñar despierto de cuando en vez
ni volver a vivir a andalazia
ni escribir poemas que nadie leerá
poemas pensados en nadie
me costó entenderlo pero tuve que hacerlo
porque deseaba estar a tu lado
con agonía
con desesperanza
que importa ya)

No deseo echar a perder lo que ha empezado
(o por lo menos yo lo entiendo así)
No deseo echar a perder esta ilusión
(que para mí resulta maravillosa)

Solo deseo estar a tu lado
y permanecer allí
te prometo no ser cursi
te prometo no dibujar corazones.
te prometo no soñar despierto
te prometo no divagar
te prometo no perderme en andalazia de cuando en vez.
(andalazia es un país imaginario
donde vivimos tu y yo,
donde tú eres la princesa y yo soy el caballero
donde tú eres la patrona y yo el siervo)

Deseo estar a tu lado
actuar con resolución
e intentar madurar
(aunque para esto si te solicito
tiempo
comprensión
tolerancia)

Sé que puedo cambiar
y ser menos sensible
y ser menos soñador
y ser menos romántico.

Déjame estar a tu lado
no hablaré
no respiraré
y menos soñare

Acéptame y yo a cambio
prometo no alegrarme
prometo no ilusionarme al escuchar tu voz
prometo que mis ojos
ya no brillaran
ya no bailaran felices por verte
prometo no tartamudear cuando hable.

Solo déjame estar a tu lado.
Solo eso.


ELILO II

Con tus cabellos
cuidadosamente y rigurosamente desordenados
con ligeras ondas en negro azabache
marco impresionante
para esos ojos chinitos
para esos labios perfectos
para esa sonrisa blanca
que contrastaban
con tus cabellos azabache con ligeras ondas
que contrastaban también
con esa casaca negra de cuero
y esas botas también negras
y esas medias también negras combinadas con otros colores a rayas.

Y no puedo dejar de mencionar
tu lindo cuerpo y bien formado
de movimientos vivos
tan disimulado por delante
tan descubierto por detrás.

Y no puedo dejar de mencionar
el sonido de tu voz
ese sonido dulce y engreído
ese sonido sarcástico y sensible.

Y no puedo dejar de mencionar
tus manos frías pero suaves
ásperas pero calurosas.

Y recuerdo tu constante pregunta
¿y por qué? ¿y por qué?.

Y no puedo dejar de mencionar
que fui un menso, un tonto
por no abrazarte cuando sentías frio
por no abrazarte cuando te conmoviste y me conmoviste
por no abrazarte cuando te vi
por no abrazarte para que no te fueras.

Esa noche dormí
pensando en tus ojos chinitos
pensando en tus cabellos cuidadosamente y rigurosamente desordenados

Esa noche dormí
pensando en ti
a la que no me atreví a abrazar.


ELILO III

A él le gustaba ella
Desde antes de los quince
Desde antes del messenger
Bendito y maldito messenger

A él le gustaba ella
A los dos los esposaron sin condena
Ella tenía la mano suave
Él tenía la mano oscura

A él le gustaba ella
A él le gustaba
Sus ojos orientales
Sus ojos románticos
Sus ojos chinitos
Sus ojos chinitos con historias
Sus ojos chinitos con historias inconfesables
Sus ojos chinitos con lágrimas

A él le gustaba ella
Nunca se lo dijo
Porque es un menso
Porque es un tono
Porque es un romántico
Porque es un soñador
Porque es un menso tonto romántico soñador

A él le gustaba ella
Por su inteligencia suigeneris
Por su encanto suigeneris
Por su conducta suigeneris
Por su ser suigeneris

A él le gustaba ella
Por sus cabellos azabache
Por sus labios sin comienzo sin final
Por su caminar
Por su ser
Por su estar
Por su comenzar

A él le gustaba ella
Él quería amarla
Él quería abrazarla
Él quería protegerla
De la lluvia
De la gente

A él le gustaba ella
Él escribía
Él escribía poemas
Él escribía poemas pensados en ella
Ella no leía poemas pensados en ella
Ella no leía poemas
Ella no leía
Ella no lo amaba